Physical Address

304 North Cardinal St.
Dorchester Center, MA 02124

Mi boo-boo o chasco con Charles Aznavour

Charles Aznavour

Ya conocíamos algunas de las canciones originales en francés de Charles Aznavour a finales de la década de los años 50, (yo comencé a transmitir Your Hit Parade en el 53).  Su primer LP en español sale en el 65 y produce un agarre inmediato en la gran mayoría del público latinoamericano. Yo no fui excepción.  Me convertí de inmediato en uno de sus grandes admiradores y a partir del 1966 cada vez que pasaba  por la ciudad de Nueva York para transmitir los juegos de beisbol de Grandes Ligas siguiendo las carreras de los peloteros dominicanos, visitaba la Librerie Fracaise en el Rocefeller Center que al lado tenía la librería Rizzoli que se especializaba en música italiana.  Estas dos fuentes de música europea se convirtieron en los manantiales que alimentaban el programa Europa Musical que yo diseñé y creé para ser realizado por la voz y el estilo extraordinario de Rodolfo Espinal.  Para poder lograr eso tuve que robármelo de Radio

En Europa Musical,  Aznavour  sonaba tanto en inglés, como en francés, como  en español. Recuerdo que lo fui a ver al Minskoff Teathre en una presentación limitada en octubre del 74 en la que el era la única persona que aparecía. ¡Y como llenó ese escenario! Sin humo, ni coros , ni bailarinas, solo Aznavour.

Iniciaba la década de los 70 y ya José Augusto Thomén y yo habíamos decidido aunar esfuerzos ,  y unir las dos transmisiones de Grandes Ligas, para juntos hacer cosas mejores y mayores.  Llegamos a Pittsburgh, Johnny Naranjo, Billy Berroa, Lilín Díaz,  Freddy Mondesí y yo para transmitir una serie de tres juegos entre los Gigantes de San Francisco, con Juan Marichal y los Piratas de Pittsburgh que tuvieron  en su roster a Matty Alou, hasta el 1970, el novato Franklin Taveras se integraría en la temporada del 71.  Sin embargo, el roster de los Piratas anidaba a una cantidad de peloteros que habían jugado en la República Dominicana, particularmente con  la Aguilas Cibaeñas.  Ahí estaban los lanzadores Dock Ellis, Steve Blass y Bob Veale, el receptor Manny Sanguillen, los infielders José Pagán y Bill Mazerosky, el outfielder Willy Stargell y el inmenso Roberto Clemente.

Nos hospedamos en el hotel Pittsburgh Hilton , donde se quedaban los Gigantes de San Francisco, y nosotros ya lo habíamos hecho en varias ocasiones.  Con juego que comenzaba a las 7 de la noche, acostumbrábamos a salir para el estadio a las 4 de la tarde. Johnny Naranjo se había ido mas temprano porque quería comprar unas publicaciones, Billy , Freddy, Lilín Díaz  y yo quedamos de juntarnos en el Bar que quedaba cerca del lobby para salir en un mismo taxi.  Al sentarnos en la barra, Freddy mira a un señor que está al otro lado de la misma, y me dice: “¿Ellis ese hombre se parece a Charles Aznavour, tu no crees que es él?”.  Yo, queriendo hacer alarde de mi sapiencia sobre la música internacional lo miré y le dije a Freddy : “Como va a ser , ese tipo parece un atorrante, no puede ser Aznavour”.  Nos paramos y nos fuimos hacia el estadio.  Después de pasar por el terreno de juego y hacer las entrevistas de rigor, los cuatro subimos a la cabina de transmisión, yo instalé mis equipos , Freddy preparó sus comerciales y Johnny Naranjo desplegó la emisión del día del periódico Pittsburgh Press que entre otras cosas mostraba un anuncio de un  cuarto de página con la foto de Charles Aznavour anunciando su presentación  para esa noche en  una sala de conciertos. Nunca olvidaré el boo boo o chasco que cometí al no saber identificar adecuadamente  a Aznavour que estaba solito y tranquilo en la barra,  tomando un refresco,  a quien indudablemente pude no solo  haberlo saludado personalmente, sino,  también haberlo  entrevistado para  los programas Europa Musical y Cita Con Las Grandes Estrellas De La Canción que realizaba Miñin Soto, ambos en Radio Universal .

Hoy,  rindo homenaje a Charles Aznavour con motivo del 90 aniversario de su nacimiento, que se cumple el próximo 22 de mayo, y admito que la falta de apreciación cometida todavía me duele.

Deja un comentario