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Mi Crónica de Cooperstown – Hall Of Fame

[Por Ellis Pérez]

Llegué por primera vez a Cooperstown en el 1983.  Justo veinte años antes, yo había iniciado el seguimiento de la carrera de Juan Marichal, cuando tuve la iniciativa de narrar  las carreras de los peloteros dominicanos en Grandes Ligas, a través de mi emisora Radio Universal.  En esa ocasión fui testigo de la culminación de esa carrera tan interesante y espectacular, como la de Marichal.

Al llegar a la ciudad, tuve la agradable sorpresa de encontrarme con el viejo amigo Bill Guilfoile, quien había sido Director de Comunicaciones y Relaciones Públicas  de los Piratas de Pittsburgh, y ahora estaba en esas mismas funciones con el “Baseball Hall of Fame” en Cooperstown.

Diez días antes del Día de Pedro, decidí que no podía estar ausente tampoco en esta ocasión.  Llamé a Roberto Weill, presidente del Salón de la Fama del Beisbol Latino, con sede aquí en la Romana, del cual soy uno de los Directores.  Sabía que con él, aun con la escasez de tiempo, debía conseguir la mejor credencial y lo mas difícil para esta temporada, una habitación de hotel.

Conocí a Jeff Idelson , presidente del Salón de la Fama, quien me dijo; que mi viejo amigo Bill Guilfoile, fue quien lo contrató para entrar en la institución.  Nuestras credenciales nos daban acceso privilegiado a las actividades mas importantes.  Eso nos permitió contactar e interactuar con una gran cantidad de los 49 exaltados, en años anteriores, que asistieron al evento, mas los cuatro de este año.

Los personajes:

-Tom Lasorda-  Un  abrazo para Roberto y un abrazo para mi, somos amigos desde los días tanto del Licey como del Escogido.

  • Tom Seaver- Amable y gentil, nos dijo que vive bastante aislado en California donde tiene sus viñedos y donde las uvas han sustituido a las pelotas de beisbol.

Lou Brock- Le dije; al principio no te acordaras de mi, pero en la  medida en que te hable ya te acordaras.  Efectivamente , le traje a su atención las veces que fuimos a transmitir al Estadio de los Cardenales, cómo conversábamos en el terreno  y cómo al final del  juego, Billy Berroa y yo, compartíamos una cerveza con Julián Javier y el entonces narrador de los Cardenales Harry Carey. Lou lo recordó todo.

  • Reggie Jackson- Muy abierto, agradable;  a la pregunta de Roberto de si aceptaría ser postulado para ser reconocido como latino, por su descendencia puertoriqueña, él dijo en español: naturalmente que sí, mi abuela era de Puerto Rico y por eso yo también hablo  español.  A partir de ese momento seguimos conversando sólo en español.
  • Rod Carew- Al conversar con él, Roberto le señaló que él fue integrado al Salón de la Fama del Beisbol Latino, en su primera versión, pero que nunca se le pudo localizar para que viniera a recibir su galardón ; a lo que él dijo: lo que pasa es que hace muchos años que yo estoy escondido en California. Nos dio su referencia para tratar de venir en diciembre,  a recibirlo.
  • Orlando Cepeda y Tany Pérez- Con ellos dos sostuvimos saludos y conversaciones como en otras ocasiones.
  • Bob Gibson- Junto a Luis Schecker, presidente del Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano, Luis Ramón Cordero y Pio Santana, conversamos con un Gibson que estaba distendido, agradable y dispuesto a conversar. Recuerdo sus días de superestrella del montículo en que se mantenía bastante aislado, y se hacía difícil entrevistarlo, saludarlo o hablar con él en el terreno, antes del juego.  Recordó que pichó brevemente en el país antes de que su organización le ordenara trasladarse a Puerto Rico.
  • Gaylord Perry- Al verlo pasar lo reconocí y en voz alta dije: GAILORD, él se detuvo y viró el rostro, le dije : Ellis Pérez, República Dominicana, a lo que se sonrió y me dijo : la República Dominicana, salvó mi carrera.
  • Whitey  Ford-  El llamado Chairman of the Board de los Yanquis de Nueva York, con numeritos que se asemejan a los de Pedro  y Juan. A sus 86 años mantiene un temperamento y humor envidiables, Roberto se tomó una foto con él y al estar sentado, para la foto conmigo, me dijo:  Tu eres peso ligero, así que siéntate aquí en mi pierna,  y la foto fue tomada.
  • Con Pedro, tuvimos acceso inmediato, primero en el hotel,  al que no podía entrar ninguna persona que no estuviera debidamente identificada con su gafete.  Luego , el sábado en al tarde,  al terminar el desfile tradicional de todos los exaltados,  la familia completa de Pedro  lo esperaba justo al frente del lobby y ahí nosotros tuvimos la oportunidad de conversar con él y tomarnos fotos como la que aquí aparece. El domingo 26 fue el gran día, todo indicaba que Pedro dominaría el escenario por encima de todos los demás, y así fue. Es indudable que su emoción crecía en la medida que veía la gran cantidad de dominicanos, muchos con sus banderas, que estábamos ahí por él y para él.  Su presentación fue dejada de última, como para celebrar un gran fin de fiesta, como de hecho resultó ser, especialmente con su llamado a Juan Marichal, para que se le uniera y juntos presentar al público presente  y al mundo,  a través de la televisión, la bandera dominicana.
  • El periodista Rob Centorani, en su crónica del periódico de Cooperstown, The Daily Star, en su edición del lunes dice: “si Martínez, que habló de último, fue la mas grande estrella de este día, el gran grupo de fanáticos dominicanos, parte de las 45 mil personas que asistieron, estuvieron en un cercano segundo lugar.”

El domingo 26 de julio,  en Cooperstown, Pedro el Grande, salió mas grande.

Publicado en Diario Libre.

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